República de Corea

Descubriendo un rincón de El Salvador en Seúl

En el popular barrio de Gangnam en la ciudad de Seúl, cerca de la Estación de Nonhyon se encuentra operando un pequeño rincón salvadoreño que sobresale por la decoración alusiva a nuestro país y por la calidez de la gente que lo atiende; se trata de la pupusería “Torogoz”, la primera de esta naturaleza que opera en ese país asiático y que es administrada por una familia coreana.

Jong-Gu, uno de los miembros de la familia nos comenta que tienen aproximadamente un año de haber fundado esta pupusería en la capital coreana, en la cual se pueden degustar las tradicionales pupusas de chicharrón, revueltas y de queso, las cuales gozan de una gran aceptación entre los consumidores coreanos.

Lo interesante es que uno de los platillos característicos de la cocina coreana es el Kimchi, una preparación fermentada elaborada a base de vegetales sazonados y que es muy similar al curtido, la cual está siendo utilizado como un perfecto acompañante para las pupusas.

En la zona abundan los restaurantes que ofrecen una diversidad de platillos de la tradicional cocina coreana, los cuales van desde la carne de cerdo originaria de la isla de Jeju hasta la sopa al estilo “changuk” que es una sopa fría, que la sirven con trozos de hielo; sin embargo, resulta interesante ver como entre todos ellos, destaca este rinconcito sazonado al buen estilo salvadoreño.

Jong-Gu explicó que sus padres vivieron por cuatro años en El Salvador y así aprendieron a degustar los platillos típicos de El Salvador, principalmente las pupusas. Por ello, no es extraño encontrar en el menú de este restaurante un buen café salvadoreño o bebidas como la horchata, la cebada y hasta el atol de elote.

El lugar se ha convertido también en uno de los más frecuentados por la comunidad de salvadoreños que residen en Seúl. A este respecto, vale la pena señalar que en Seúl viven alrededor de 50 salvadoreños que destacan profesionalmente en diversas áreas, lo cual tiene mucho mérito, sobre todo, tomando en cuenta el entorno altamente competitivo que predomina en Corea del Sur.

Esta interesante experiencia en suelo coreano es una muestra de que las tradiciones y costumbres salvadoreñas pueden llegar hasta los rincones más alejados del mundo y por ello, también es posible pensar que los productos salvadoreños pueden conquistar cualquier mercado internacional.

Las relaciones entre El Salvador y Corea del Sur se verán ahora más fortalecidas, a partir de la suscripción del Tratado de Libre Comercio este 21 de febrero, ya que dicho instrumento contribuirá a incrementar los flujos de comercio e inversión entre ambos países. Además, el Tratado de Libre Comercio se convertirá en un elemento dinamizador para la economía nacional.

Desde el Ministerio de Economía se han venido desarrollando una serie de acciones para apoyar a pequeños productores de diversas regiones de nuestro país, dentro de las cuales se encuentran las medidas implementadas para promover la protección de los derechos de propiedad intelectual.

En ese sentido, se ha promovido la asociatividad y se ha resaltado la importancia de registrar las denominaciones de origen y las indicaciones geográficas. Un ejemplo de ello, lo constituye el trabajo realizado para impulsar el registro de la denominación de origen de la pupusa de El Salvador y particularmente, de la pupusa de arroz de Olocuilta.

Todos estos esfuerzos resultan más que justificados, sobre todo cuando se conocen ejemplos como el encontrado en tierras asiáticas y que ponen de manifiesto hasta donde es posible llegar con la marca de nuestro país y con los productos de origen salvadoreño.